En Matemática, la idea de espacio (distancia y tamaño) y de cantidad (números) son conceptos básicos a priori. A estos conceptos podemos agregar la eternidad. La idea de un Dios eterno se deriva del concepto de eternidad. El tiempo es un concepto básico, pero no es a priori. Seria un contrasentido que los conceptos de eternidad y de tiempo sean ambos a priori. El tiempo es finitud y nacemos con la idea de la eternidad, un tiempo infinito. En nuestra experiencia por la vida nos vamos dando cuenta de que las cosas surgen, existen y dejan de ser. Con la edad la idea de eternidad ya no es tan relevante. La idea de tiempo es a posteriori porque se forma a partir de los cambios, en los cuales observamos que tienen un principio y un final. La idea de un tiempo estático y matemático hace pensar a algunos autores que el tiempo es a priori. El tiempo es la magnitud del cambio. El cambio es el indicador del paso del tiempo. Algunos autores de la burguesía niegan la existencia del cambio señalando que el rico siempre será rico y el pobre siempre será pobre y que es la voluntad de Dios que estemos en tal o cual situación económica.
En los animales el sentido del espacio y de la cantidad son importantes para su supervivencia. Los animales miden la distancia en que se encuentra su presa. También miden el tamaño de su agresor para huir o enfrentarlo. El ser humano, con la experiencia, desarrolla el sentido del tiempo. Este sentido es la transcronia en el cual hacemos uso de un registro de la magnitud de los cambios para interpretar la medidas de tiempo.
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